Varios medios de comunicación se hacen eco hoy de las palabras de la Ministra de Empleo, Magdalena Valerio, sobre la propuesta del gobierno de ofrecer un plan de retorno para españoles emigrados que incluya, entre estos, a los investigadores que han tenido que salir al extranjero a continuar su carrera investigadora durante la crisis. Pese a lo importante de la propuesta, no se han concretado medidas más allá de que se puedan incorporar a Organismos Públicos de Investigación.

Desde la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios) recibimos con sorpresa estas declaraciones principalmente por tres motivos: (1) que anuncien este plan de retorno sin que haya sido previamente consensuado con las asociaciones y colectivos que representan a los investigadores, (2) que no se expliquen qué mecanismos van a ofrecerles para que puedan retornar y (3) que se proponga un plan de retorno a un país cuya carrera investigadora presenta serios problemas para conseguir la estabilización laboral del personal investigador.

Cuando un investigador emigrado regresa del extranjero mediante un plan de retorno lo que espera encontrarse en su país es una carrera investigadora con unos cauces dignos que garanticen su estabilización laboral como investigador. Sin embargo, lamentamos afirmar que actualmente no existen esos cauces en la carrera investigadora de nuestro país, ya que el personal investigador español tiene que enfrentarse a una falta de horizonte laboral provocado por la falta de previsión en la convocatoria de contratos (que a todas luces son insuficientes para todos los doctores que produce nuestro sistema universitario), la temporalidad de esos contratos, los largos períodos de desempleo entre contratos posdoctorales y, sobre todo, la falta de posibilidades para la estabilización laboral. De hecho, actualmente ni siquiera el programa Ramón y Cajal, que había sido creado para facilitar la estabilización de los investigadores posdoctorales, puede asegurar que vayan a poder alcanzar una estabilidad laboral. Como resultado de esta situación, el personal investigador que ha tenido que formarse durante diez años al máximo nivel (grado, máster y doctorado) tiene que emplear otros diez años encadenando contratos temporales hasta que, con suerte, pueda optar a un contrato indefinido que le permita, por fin, alcanzar la estabilidad laboral. Durante esos diez años habrá ocupado plazas en distintos centros de la geografía española, siempre con contratos precarios y con una conciliación familiar muy deficiente. En ese tiempo, además, habrá visto cómo disminuía considerablemente su poder adquisitivo, como hemos denunciado desde la FJI recientemente en un informe y en su correspondiente comunicado 1 . Desgraciadamente, este tipo de situaciones son bastante comunes e incluso familiares para nosotros: José Manuel Fernández, ex-portavoz de nuestra federación, volvió a España con un contrato postdoctoral tras investigar varios años en Estados Unidos, pero la falta de oportunidades de estabilización hizo que tuviera que abandonar la carrera investigadora, algo que anunció recientemente 2 . ¿Es esto lo que queremos ofrecerle a los investigadores que vuelvan con el plan de retorno? ¿Queremos hacerles volver para no poder estabilizarlos debido a la falta de oportunidades en España y que se vean forzados a dejar la investigación o emigrar de nuevo?

Ante este panorama entendemos que es altamente injusto ofrecer un programa de retorno para que se incorporen a un sistema que no garantiza la estabilización ni a los que vienen del exilio académico ni a los que ya están aquí. Por ello, entendemos que antes de promover planes de retorno para investigadores emigrados es extremadamente urgente llevar a cabo una reestructuración de la carrera investigadora en nuestro país que pueda ofrecer garantías de (1) una estabilización laboral en un período razonable y (2) una financiación y una planificación decente que cubra todos aspectos necesarios para desarrollar proyectos competitivos a nivel internacional. Esta reestructuración debe servir para dotar de las oportunidades suficientes tanto a los investigadores que han tenido que salir como a los investigadores que han podido permanecer en España durante la crisis a base de contratos temporales. Todos los investigadores son imprescindibles para conseguir un sistema científico competitivo.

Por todo esto, FJI/Precarios está actualmente ultimando un informe que presentará en las próximas semanas al gobierno, que incluye una batería de medidas encaminadas a solucionar las graves carencias de la carrera investigadora en nuestro país. Esperamos que el gobierno nos escuche y que sea consciente de que retornar a los que se han ido sin poder ofrecer estabilidad laboral no es una buena opción ni para ellos ni para todos los que ya están sufriendo los problemas de la deficiente carrera investigadora en España.