Copio aquí el texto antiguo del ICI, que actualizaremos con todas las opiniones.
3.10 Pruebas de acreditación
Las pruebas de acreditación deben permitir seleccionar candidatos con un nivel suficiente como para asegurar la calidad del trabajo que van a desarrollar. Una parte importante de esta evaluación debería basarse en la autoevaluación del investigador, en la cual debería defender de forma crítica su trayectoria investigadora y docente. La evaluación debe tener especialmente en cuenta el impacto de sus trabajos en la comunidad científica y la capacidad para dirigir un grupo de investigación y conseguir financiación, siempre basándose en parámetros objetivos y ajustados para cada área.
Los investigadores con una evaluación negativa o cuya labor profesional no alcance la calidad investigadora suficiente, deberían considerarse como no acreditados. Esto incluiría a todos aquellos que no hayan sido evaluados positivamente para la obtención de sexenios o su equivalente en al menos el 80% del período susceptible de evaluación, según los baremos estipulados (véase en el Apartado 3.11 sobre nuestra propuesta de evaluación). Deben establecerse penalizaciones efectivas para estos investigadores, en cuanto a salario y recursos (espacio, acceso a equipos, financiación, dirección de doctorandos, personal de apoyo, etc.). En casos graves, debería cuestionarse la continuidad del investigador en su puesto.
No se deberían considerar como períodos evaluables los correspondientes a bajas. Los períodos dedicados a la ocupación de cargos institucionales en los centros de investigación deberían evaluarse en consecuencia, teniendo en cuenta el tiempo requerido por el cargo. Asimismo, estos investigadores temporalmente inactivos tampoco deberían poder formar parte de los comités de evaluación.