Es frecuente que las convocatorias de ayudas pre y postdoctorales estén restringidas a las personas que hayan obtenido su título recientemente. Esta restricción impide entrar en el mundo de la investigación a aquellas personas que no optaron por ella inmediatamente después de concluir sus estudios de segundo ciclo, y dificulta que la persona que haya aparcado temporalmente su carrera investigadora por cualquier motivo (o que haya estado unos años en el sector privado) pueda acceder a estas vías de financiación.
Existen convocatorias de ayudas predoctorales a nivel estatal (programa FPU) o autonómico, que exigen estar matriculado en la totalidad de créditos de un máster o estar en posesión del título del mismo para poder solicitar una ayuda.
Este tipo de requisitos, se oponen a un sistema de investigación moderno y productivo, abierto a todo tipo de investigadores, que deben ser evaluados solamente por su calidad.
Caso aparte supone la necesidad de homologación de títulos obtenidos fuera de nuestro territorio, que no es necesaria en países como el Reino Unido o Alemania, donde se valoran simplemente los conocimientos obtenidos y las capacidades del investigador. Además, el trámite requerido necesita aproximadamente dos años, por lo que muchos optan por no ingresar en el sistema español de investigación. Es normal que para solicitar una ayuda se acepte la validez de un título de forma temporal, siempre en espera de la resolución de la homologación, pero cuando ésta es desfavorable, el investigador se encuentra obligado a abandonar su trabajo, aunque haya demostrado su validez y haya obtenido resultados. Además de las obvias implicaciones personales, estas situaciones afectan también a la planificación y al normal desarrollo de la labor del grupo de investigación al que pertenecen.