La etapa predoctoral, en la que se encuentran los IFI, abarca por lo general desde el comienzo de la carrera investigadora hasta la obtención del título de doctor (máximo grado académico). Hasta ahora, en esta etapa se incluía a los investigadores que, habiendo finalizado los estudios de segundo ciclo, no estaban en posesión del título de doctor y realizaban un trabajo de investigación en un centro, público o privado, bajo la dirección de un investigador doctor con experiencia acreditada. Esta consideración ha cambiado paulatinamente con la nueva regulación de los estudios universitarios de grado y de postgrado (BOE, 2005a; Álvarez et al., 2005), que establece que el acceso al doctorado se realizará después de haber cursado al menos 300 créditos de los estudios de grado y máster. En cualquier caso, la definición de la etapa predoctoral realizada inicialmente sigue siendo válida y requiere, en todo caso, que se realicen tareas de investigación.
La nueva regulación de los estudios universitarios establecida por el RD 1393/2007 de 13 de octubre (BOE, 2007b), establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales y el RD 99/2011 de 28 de enero (BOE, 2011b), regula las enseñanzas oficiales de doctorado. Aunque se establece que una de las finalidades del máster es promover la iniciación en tareas investigadoras, no se considera la etapa del mismo como parte de la carrera investigadora, sino que ésta comienza en el periodo de doctorado. Además, la actividad investigadora desarrollada en el máster no tiene por qué guardar relación con la posterior investigación conducente a una tesis doctoral. Según esta legislación, hay dos etapas claramente diferenciadas: una de formación especializada (máster) y otra de investigación (doctorado) que dan lugar a la obtención del correspondiente título. La duración máxima de la etapa de doctorado se fija en 3 años, estableciendo como requisito para acceder al mismo estar en posesión de un máster universitario, o haber cursado 300 créditos ECTS entre grado y posgrado, de los cuales 60, como mínimo (un curso académico), tienen que corresponder a un máster. Por tanto, se establece una estructura 1+3 correspondiente a máster y doctorado, sustituyendo a la antigua normativa de 4 años de doctorado, dentro de los cuales se hacían cursos de formación y se obtenía el Diploma de Estudios Avanzados (DEA). También hay mucha heterogeneidad en los programas de máster, atendiendo a la duración y contenido de los mismos, ya que algunos son de 60 ECTS (un curso académico), 90 ECTS (un curso y medio) o 120 ECTS (2 cursos académicos). Sin embargo, y debido al carácter formativo de la etapa de Máster, es importante evitar abusos por parte de los futuribles directores de tesis durante este periodo. Al ser ésta una etapa previa de formación de investigadores, creemos que la realización de prácticas durante este periodo debe ser dignamente remunerada, así como garantizarse el cumplimiento de la normativa vigente en cuanto a seguro de accidentes, regulación de horarios, etc.
La desinformación y la desorientación, alimentada por los continuos cambios en la estructuración de los Programas de Doctorado, han caracterizado el acceso a la carrera investigadora en los últimos años. En general, a los estudiantes de los últimos cursos que desean dedicarse a la investigación no se les facilita la información básica para planificar su futuro: grupos existentes en las diferentes universidades y OPI, calidad del trabajo desarrollado por éstos, cuáles son los temas de mayor interés científico, etc. Éste es un problema fundamental en el momento de la elección del grupo de investigación, y provoca que esta decisión se tome a veces en función de criterios poco relacionados con la calidad científica, como son la existencia de alguna oferta de beca, conversaciones sesgadas con profesores durante la etapa de estudiante, colaboración con el departamento correspondiente durante el grado o el máster, etc. También existe mucha desinformación por parte de los organismos públicos sobre los tipos de ayudas, el planteamiento de los grados, másteres y doctorados, etc. Es por ello que la FJI-Precarios dedica un gran esfuerzo a proporcionar esta información en muchas universidades y centros, tanto públicos como privados, mediante charlas, conferencias, jornadas, mesas redondas, etc. Sin embargo, creemos que las universidades y OPIs deben realizar también charlas informativas para orientar a los futuros estudiantes de máster y doctorandos.