Aclaración: Al final no se envió la carta, ya que desde ABC se pusieron en contacto con la FJI para pedirnos su opinión sobre estas declaraciones y, en general, sobre la política científica del gobierno.
Última versión
En una entrevista en su periódico, publicada el 1 de Julio, pudimos leer las siguientes palabras textuales del Secretario de Estado de Investigación: "Me gustaría saber qué otros becarios en otros ámbitos que no sean la ciencia cobran esa cantidad".
A nosotros, jóvenes investigadores, lo que nos gustaría saber es por qué, una vez licenciados, cuando empezamos a trabajar en investigación, con una productividad en forma de artículos de investigación y presentaciones en congresos que los centros de investigación computan como suya, el sistema de financiación del EPIF (2+2) nos niega un contrato laboral, incumpliendo las recomendaciones europeas y el sentido común. ¿Acaso en sus dos primeros años como Secretario de Estado el Sr. Martínez verá su trabajo remunerado con una beca, con la merma de derechos laborales que eso supone?
Por otra parte, el Sr. Martínez conoce perfectamente que el EPIF no acoge a todos los investigadores, de forma que hoy, en muchas Universidades y centros de investigación, hay multitud de jóvenes investigadores trabajando sin ningún derecho laboral e incluso sin cobrar. También conoce que nuestra principal reivindicación es la contratación y la dignidad laboral de todos los jóvenes investigadores, no el salario.
Del mismo modo, parece olvidar los constantes periodos sin remuneración que sufren los investigadores durante los cuales deben continuar trabajando a la espera de la resolución/concesión de una nueva beca (o en el mejor de los casos un contrato) que le permita continuar con su labor investigadora. Tampoco comenta los casos de accidentes (incluso muertes) de jóvenes investigadores que por falta de cobertura social se han visto en la calle y sin derechos.
Lleva casi 5 años ya el Sr. Martínez diciendo que su intención es construir la California de Europa en España, tiempo más que suficiente para haber conseguido establecer una carrera investigadora en condiciones y que diera estabilidad a nuestros científicos que, ante la precariedad de este sistema de financiación, se ven estimulados a emigrar a otros países donde no sólo encuentran condiciones laborales dignas sino que además son valorados. En términos científicos, hoy por hoy sólo nos parecemos a California en las limitadas dotes de interpretación de su Gobernador.
Primera versión
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En una entrevista en su periódico, publicada el 1 de Julio, pudimos leer que el Secretario de Estado de Investigación, Sr. Carlos Martínez Alonso, opina que "La situación de los jóvenes investigadores no es tan desastrosa como se pinta", comenta las bondades del Estatuto del Personal Investigador en Formación (EPIF), el buen sueldo del que disfrutamos, según él, los investigadores y dice textualmente "Me gustaría saber qué otros becarios en otros ámbitos que no sean la ciencia cobran esa cantidad".
A nosotros, jóvenes investigadores, lo que nos gustaría saber es por qué, una vez licenciados, cuando empezamos a trabajar en investigación, con una productividad en forma de artículos de investigación y presentaciones en congresos que los centros de investigación computan como suya, el sistema de financiación del EPIF (2+2) nos niega un contrato laboral, incumpliendo las recomendaciones europeas y el sentido común. ¿Acaso en sus dos primeros años como Secretario de Estado el Sr. Martínez verá su trabajo remunerado con una beca, con la merma de derechos laborales que eso supone?
Además, alaba el sistema de financiación del EPIF (2+2) aclarando que los jóvenes investigadores disfrutamos de dos años de contrato, pero parece olvidar que en realidad, son contratos en prácticas (para estudiantes) que ni siquiera cotizan por la categoría que nos corresponde como titulados superiores sino por la más baja. En consecuencia, nos vuelven a colgar la etiqueta de estudiantes incluso durante el tiempo que disfrutamos de ese supuesto contrato laboral.
Por otra parte, el Sr. Martínez conoce perfectamente que el EPIF no acoge a todos los investigadores, de forma que hoy, en muchas Universidades y centros de investigación, hay multitud de jóvenes investigadores trabajando sin ningún derecho laboral e incluso sin cobrar. También conoce que nuestra principal reivindicación es la contratación y la dignidad laboral de todos los jóvenes investigadores, no el salario.
Del mismo modo, parece olvidar los constantes periodos sin remuneración que sufren los investigadores durante los cuales deben continuar trabajando a la espera de la resolución/concesión de una nueva beca (o en el mejor de los casos un contrato) que le permita continuar con su labor investigadora. Tampoco comenta los casos de accidentes (incluso muertes) de jóvenes investigadores que por falta de cobertura social se han visto en la calle y sin derechos.
Lleva casi 5 años ya el Sr. Martínez diciendo que su intención es construir la California de Europa en España, tiempo más que suficiente para haber conseguido establecer una carrera investigadora en condiciones y que diera estabilidad a nuestros científicos que, ante la precariedad de este sistema de financiación, se ven estimulados a emigrar a otros países donde no sólo encuentran condiciones laborales dignas sino que además son valorados. En términos científicos, hoy por hoy sólo nos parecemos a California en las limitadas dotes de interpretación de su Gobernador.
Desde la Federación de Jóvenes Investigadores esperamos que nuestros políticos se dejen de falsas promesas y centren sus esfuerzos en proporcionar una carrera investigadora digna ya que hasta ahora, en lo único que parecen haberse fijado para esta convergencia con California es en las limitadas dotes de interpretación de su Gobernador.