Los malogrados
Los malogrados
«En este país el conocimiento y la capacidad son bienes por los que se quiere pagar siempre poco»
07.12.10 - 02:41 - MARÍA MAIZKURRENA |
Todo se alía para que sean los malogrados, pero no quieren serlo. Así que se marchan. 155.000 españoles han emigrado a Inglaterra, China, India o desde 2008. La mayoría son científicos, directivos y técnicos muy cualificados. El suplemento V de este periódico dedicaba ayer un interesante reportaje al tema de la emigración. Antes de la crisis, el tema era la inmigración. Con aquella insensata economía sustentada por ladrillos, hormigón y gremios varios, España importaba mano de obra sin cualificar en grandes cantidades. Seis millones de almas trabajadoras en 10 años. Ahora exporta biólogos, informáticos, ejecutivos, físicos... Y médicos, muchos médicos.
«Se nos van los listos», decía el titular del reportaje de ayer. Y debajo: «España ya no exporta obreros». En las décadas de los 50 y 60, dos millones de españoles fueron a Francia, Alemania, Suiza o Bélgica, donde hicieron los mismos trabajos que hoy hacen aquí los inmigrantes africanos. A partir de 2008, igual que sucedió en la década de los ochenta, se nos marchan los ingenieros, los investigadores, los jóvenes prometedores. ¿Es que no valoramos la inteligencia, la formación, el talento? Pues no.
El reportaje de ayer daba muchas claves. El reportaje de ayer proporcionaba pistas, cierta dosis de indignación y una base para hacer malos pronósticos. En España existe una Asociación de Investigadores no Valorados y una Federación de Jóvenes Investigadores Precarios. En España, los jóvenes o no tan jóvenes investigadores que se han atrevido a volver con una beca del Programa Ramón y Cajal para cinco años (y menos sueldo del que tenían en el extranjero) se han quedado muchas veces en el aire después de cinco años. Eso son talentos malogrados, investigaciones frustradas, inteligencia y dinero despilfarrados. En España, cuando tenemos una crisis económica que pide un cambio de modelo productivo, se reduce el presupuesto de investigación y desarrollo. Y es que -lo dice Eloy Capellán, directivo de Adecco- «no hay mucha cultura de recursos humanos», lo cual quiere decir que, en general, los que están en posición de contratar no eligen a los más aptos, porque la inteligencia y la cultura sólo son visibles desde al menos cierta inteligencia y cierta cultura; porque en este país el conocimiento y la capacidad son bienes por los que se quiere pagar siempre poco; porque éste es un país en el que la gestión está sobrevalorada y la creatividad minusvalorada; porque los listos no gustan (se admira más a los pícaros y los astutos, a los que suele llamarse listos). Éste es un país de envidias atroces y de grandes mezquindades, con un gran subsuelo de talento frustrado, de clases medias castigadas y de vidas malogradas. Terreno explosivo. Los que se van quieren volver, pero saben que es mejor volver sólo de vacaciones. Tienen una vida en sociedades que aprovechan su potencial para seguir siendo más dinámicas y más creativas que nosotros. No quieren ser los malogrados.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20101207/opinion/malogrados-20101207.html