«Cortan el I+D porque no da votos»
«Cortan el I+D porque no da votos»
El tijeretazo del Gobierno en investigación vuelve a sacudir a la comunidad científica, que advierte de un problema de «estrechez de miras»
El «muy importante» recorte presupuestario en investigación anunciado el pasado martes por la ministra Cristina Garmendia no ha pasado inadvertido para casi nadie, y menos para la comunidad científica. Aunque la titular de Ciencia e Innovación precisó ayer que la partida destinada a su departamento con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2011 estará «cercana a la congelación», el mensaje de fondo y la experiencia del presente año —los Organismos Públicos de Investigación cuentan con un 34 por ciento menos de fondos y las subvenciones han caído un 15 por ciento— hacen temerse lo peor.
ABC pulsó ayer la opinión del sector para conocer de primera mano el sentir de quienes serán los grandes afectados. La conclusión es idéntica: volver a frenar la investigación en estos momentos es un grave error que aflorará a corto plazo y dejará a España definitivamente fuera de juego.
«Si no vamos a un modelo productivo basado en potenciar la investigación y el desarrollo, apaga y vámonos», explica Salomón Aguado Manzanares, portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores Españoles. Por su parte, Luis Navarro, director del Centro de Protección Vegetal y Biotecnológica del Instituto valenciano de Investigaciones Agrarias y premio Rey Jaime I en Ingeniería Agrónoma en 2004, tiene claro dónde reside el problema: «Los resultados en ciencia y tecnología siempre se ven a medio y largo plazo. A los políticos no les interesa invertir en ello porque no aprecian los resultados antes de finalizar su legislatura, mientras que sí el asistir a inauguraciones. El I+D no da votos». Así, Navarro se refiere al hecho de que la economía española se haya volcado en el modelo productivo basado en el ladrillo en lugar de abogar por el saber. «Resulta incompatible el cambio del modelo económico hacia uno centrado en el el conocimiento y en la innovación con un parón en la investigación», subraya.
Pero si bien para Navarro los efectos de invertir en I+D se perciben a largo plazo, Antoni Espasa, Premio Rey Jaime I de Economía en 1991 y director de la publicación mensual «Boletín de Inflación y Análisis Macroeconómico» (BIAM) de la Universidad Carlos III de Madrid reconoce, también, un beneficio inmediato: «A corto plazo la política de gasto en I+D genera expectativas. Y esto siempre resulta positivo».
«Fuga de cerebros»
Además, los expertos prevén que en caso de confirmarse un nuevo recorte en los fondos para proyectos de investigación se presentaría un futuro desalentador para la comunidad científica. «Investigadores que están ahora en el extranjero no volverán a España si la situación no mejora, otros que están en el sistema se saldrán y universitarios potencialmente buenos no entrarán en el sistema malogrando un cerebro brillante, no solo para España, sino para la humanidad», cerciora Navarro. «Estos hechos podrían suponer la situación de fuga de cerebros más grande que se ha vivido, porque los investigadores se marchen a países que, efectivamente, sí apuestan por I+D y un modelo productivo basado en la ciencia. El Gobierno de España debería mirarse en el espejo de Alemania y Estados Unidos y no dedicar el dinero en infraestructuras que son pan para hoy y hambre para mañana», sostiene Aguado. Una idea que enlaza con el pensamiento de Navarro, quien recalca: «Cualquier análisis nos dice que invertir en I+D es la única forma de seguir siendo competitivos a nivel industrial. Merkel lo tiene claro».
Pero para la comunidad científica no toda la responsabilidad recae en el Gobierno central. «La competencia en I+D también la tienen las Administraciones autonómicas. Los ciudadanos deben exigirles una revisión de su política en I+D+i», puntualiza Espasa. Tampoco se olvidan de la empresa privada: «Nuestras empresas no están suficientemente concienciado en la inversión en I+D+i y no se interesan por los fondos que la Unión Europa pone a disposición de las empresas», matiza. Para el director de la BIAM no solo importa contabilizar el gasto en I+D+i sino «la calidad del gasto». No obstante, Espasa, como economista, no se muestra reticiente a los recortes generales, «ya que tenemos que hacerlos si queremos sobrevivir». Sin embargo, confía en que el Parlamento logre un consenso en presupuesto y se mantenga el nivel de las partidas: «Porque el futuro económico de este país depende del compromiso en investigar e innovar».
EE. UU. y Alemania dan más fondos
En contraste con los recortes aplicados en España, potencias como Estados Unidos o Alemania no han permitido que la crisis afecte al presupuesto en investigación. La Administración Obama viene apostando por dedicar mayores recursos públicos a ciencia y tecnología precisamente como herramienta para salir de la crisis. Del paquete de estímulo económico aprobado en febrero del año pasado por el Congreso de Estados Unidos, dotado con unos 800.000 millones de dólares, se han destinado cerca de 100.000 millones específicamente a financiar proyectos de investigación en ciencia, tecnología y medicina, con un especial énfasis en investigaciones genéticas. El Gobierno alemán también ha insistido en que la I+D es un motor de riqueza y la Educación y la investigación cuentan con 12.000 millones más.
http://www.abc.es/20100916/sociedad/cortan-201009160309.html