La burocracia atosiga a la investigación
La burocracia atosiga a la investigación
El papeleo absorbe entre un 30% y un 40% de la actividad investigadora canaria, dicen los expertos
Comprar reactivos, rellenar documentos, tramitar informes o acreditar facturas. Se trata de una larga lista de tareas administrativas que obliga a los investigadores a dedicar demasiado tiempo -entre un 30% o un 40%- a actividades burocráticas.
"Cuando nos conceden un proyecto, en ocasiones, es lo peor que nos puede pasar debido a la carga ingente de papeleos para, por ejemplo, solicitar financiación; o bien, para contratar personal que complete el equipo de investigación. Puede resultar algo verdaderamente tedioso", confiesa el profesor de la ULPGC, Rodríguez Feijóo. La queja es compartida por gran parte del colectivo científico, que ve en la futura Ley de la Ciencia una oportunidad perdida para impulsar la actividad investigadora en España a nivel puntero.
La normativa prevé la puesta en marcha de una Agencia Estatal de Investigación para hacer "una gestión más ágil y eficiente, manteniendo las exigencias de transparencia" de los fondos públicos. "El borrador promete una mejora, se hace eco del problema y eso es bueno; pero no contempla cómo va a resolverlo, no profundiza", afirma el catedrático de Física Aplicada, Pablo Martel, para quien "habría que esperar a ver cómo se desarrolla finalmente el texto de la ley, demasiado amplio e inconcreto".
Para los científicos es clave el control del dinero público, pero demandan en la Universidad técnicos y administrativos, que les alivien la carga burocrático. El investigador del Instituto de Ciencias Marinas, Daniel Montero, observa que impera una burocracia basada en una excesiva cautela. "Socialmente se tiene la idea, además, de que el dinero que se invierte en investigación se está tirando, cuando la ciencia es la que hace impulsar el bienestar".
La rigidez administrativa "incordia cualquier imprevisto que surja en el transcurso de un proyecto", por ejemplo abrir una nueva línea de investigación o contratar personal especializado en una tarea puntual. La protesta es casi unánime: "No podemos ser a la vez perfectos científicos, economistas y administrativos".
El trabajo investigador es lento. Requiere de muchas horas para leer, examinar resultados, recopilar datos, escribir artículos, revisarlos. "Para ello es preciso tiempo, del que no podemos prescindir si queremos lograr los mejores frutos", concluyen.
http://www.laprovincia.es/sociedad-futuro/2010/04/12/burocracia-atosiga-investigacion/295603.html