El borrador de la Ley de Ciencia contempla la idea de sustituir becas por contratos
El borrador de la Ley de Ciencia contempla la idea de sustituir becas por contratos
El nuevo borrador de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación traerá importantes cambios en materia laboral, así como en el funcionamiento y la financiación de proyectos. Para empezar, las becas a jóvenes investigadores se sustituirán por contratos al uso.
La reforma laboral del Gobierno va más allá de los cambios en la edad de jubilación y del sistema de la Seguridad Social. Entre los planes del Ejecutivo también figura un plan para cambiar la forma en la que se estructura la I+D española y fuera de la universidad. La propuesta se encuentra plasmada en el nuevo borrador de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación que la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, presentará de forma oficial el jueves.
Se trata de la segunda ocasión en la que el Gobierno pone sobre la mesa su propuesta, que el 12 de marzo se dará a conocer en el Consejo de los Diputados por parte del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Según explica ABC, el proyecto legislativo incluye una serie de cambios en el funcionamiento y financiación de la investigación científica y técnica en España. El texto sustituiría a la ley actual, que data de 1986, pero no aporta grandes cambios respecto al ya presentado en febrero y que no consiguió ser aprobado. El borrador propone que el Consejo de Política Científica y Tecnológica se haga cargo de todo el sector y de aprobar la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología.
El texto ha sido articulado de forma similar a su anterior edición, con un título preliminar que regula los objetivos de la ley y detalla los agentes y entidades, tanto públicas como privadas, a los que se dirige y que forman el Sistema Español de Ciencia y Tecnología. Le siguen cuatro títulos principales más con las distintas disposiciones.
Pero no sólo cambiará la forma en la que se estructura el sector científico y tecnológico, también se producirán modificaciones en el desarrollo de la carrera científica. El más significativo afectará al servicio de universidades públicas y de los conocidos como Opis (Organismos Públicos de Investigación), para los que el Gobierno trastocará la forma de contratación de los becarios más jóvenes. De esta forma las becas se sustituirán por contratos con todas las prestaciones sociales desde la etapa predoctoral. La duración de los mismos será de un año prorrogable anualmente hasta un máximo de cuatro.
El diario ABC también informa de que se creará un nuevo contrato fijo de acceso en los programas postdoctorales que sustituirá a los actuales contratos temporales. Así se pretende adoptar una variante del modelo anglosajón, conocido como “tenure track” y que se podría traducir como el camino o carrera hacia un puesto fijo. La duración de los contratos sería de cinco años y los investigadores estarían sometidos a dos evaluaciones, la primera a los tres años y la segunda al término del lustro. Si se supera cualquiera de las evaluaciones el contrato pasaría a ser indefinido.
La nueva ley también tratará de fomentar y faciliar el retorno de los investigadores españoles, así como de captar el talento internacional. Para ello se regula un nuevo contrato especial de investigador distinguido, enfocada a la dirección de equipos humanos y grandes programas científicos y tecnológicos.
En aras de mejorar la movilidad geográfica, interdisciplinar y entre sectores público y privado, se tratará de reducir la burocracia con excedencia de hasta cinco años para trabajar en la empresa privada y en otras entidades públicas manteniendo la reserva de su puesto inicial.
Del mismo modo, se crea un nuevo agente de financiación para mejorar las opciones de investigación. Se trata de la Agencia Estatal de Investigación, que compartirá la tarea financiadora con el actual Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial.
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