Uno de los objetivos del programa RyC es la incorporación a centros españoles de investigadores extranjeros, pero solamente un 16,8% de los investigadores contratados no son de nacionalidad española (MCyT, 2003). Esto es debido principalmente a la falta de competitividad de este programa con respecto a ofertas similares de contratación en otros países, sobre todo en lo referente a retribución, presupuesto, capacidad para crear un grupo y estabilidad futura. En el caso de investigadores no comunitarios, hay que añadir las dificultades en la contratación indefinida que impone la Ley de la Función Pública (BOE, 1984).
El proceso mismo de solicitud impone importantes trabas a aquellos investigadores con bajo conocimiento del castellano o que carecen de contactos en los departamentos de institutos y universidades, ya que buena parte de la información está disponible sólo en castellano. La brevedad de los plazos para presentar las solicitudes, así como para firmar los acuerdos de incorporación con un centro de investigación por parte de los candidatos elegibles perjudica especialmente a los candidatos extranjeros, que cuentan con la desventaja de tener que contar con los retrasos causados por el envío de documentos entre centros y los problemas de comunicación asociados, además de tener que contar a veces con traducciones certificadas de dichos documentos.