"Solo pido volver a hace cinco años, cuando existía una carrera investigadora"
De Xunta a Junta, la diferencia va más allá de una simple letra; afecta a una vida, al menos a unos cuantos años. Tras licenciarse en Física en Santiago, donde también se doctoró, estancias en el extranjero y beneficiarse del programa gallego de ayudas a la investigación Ángeles Alvariño hasta 2010, Emilio Castro tuvo que buscarse una oportunidad en tierras andaluzas, aunque la ayuda –por cuatro años– que le otorgó el Gobierno de Griñán le sitúe en estos momentos en la Universidade do Minho, en Braga, cerca de su tierra natal, donde intentó quedarse en 2010, en la última convocatoria del programa Parga Pondal.
Pero solo había quince contratos para toda Galicia. "Yo quedé bien posicionado, pero mi departamento no", explica, lo que lo obligó a hacer las maletas. "Los investigadores nos vamos fuera y cada uno se busca la vida como puede", explica, para después criticar que es "lamentable" que en dos años no se saquen convocatorias postdoctorales.
"Yo me intenté quedar y ahora quisiera volver, pero no se puede, así que me fui de Xunta a Junta para intentar al menos volver a España", comenta, "porque me da rabia todo lo invertido en mi formación que después revierta fuera".
Emilio reconoce que "hoy en día es difícil tener confianza en la clase política" y piensa que, dado el "mal momento", "un gobierno nuevo no arreglará nada". "En Galicia costó 30 años tener un sistema de I+D que mereciera la pena. Dos años más así, y volvemos a los 80", denuncia. Por ello, ya no pide mejoras, sino volver a "lo que había hace cinco años", cuando había una carrera investigadora estructurada. "No hay más remedio que creer en la política, porque ellos dirigen el rumbo", subraya.