ANECA y defensora del pueblo
Como ha surgido con bastante éxito una iniciativa de denuncia al defensor del pueblo sobre los problemas de las becas postdoc, podríamos ampliar la campaña de denuncia personal a la ANECA y su ópaco sistema de acreditaciones. El sistema para presentar quejas al DP es fácil y se completa desde este enlace
https://www.defensordelpueblo.es/es/Queja/presenta/modalidad.jsf
aunque a veces da problemas al cargar la página.
Por otra parte, este podría ser un texto modelo sobre las denuncias:
Como miembro de la comunidad académica española por mi condición de doctor otorgada por un centro de estudios superiores reconocido por la Administración española, expongo:
Primero: que la ANECA, según el Real Decreto de 1052/2002 de 11 de octubre y su consiguiente modificación de 18 de febrero de 2005 mediante resolución de la Dirección General de Universidades, viola los principios básicos que sustentan tanto el debate científico al que hemos dedicado nuestras carreras profesionales como las reglas básicas que la Administración Pública debe seguir en un Estado de Derecho por:
a) Falta de transparencia.
b) Falta de probidad.
c) Falta de coherencia.
d) Falta de equidad.
Segundo: la opacidad que rodea el proceso de evaluaciones de la ANECA es la raíz de los citados problemas, ya que es del todo imposible garantizar el cumplimiento de estándares académicos o legales si la información tiene el carácter de exclusiva y privilegiada. Especialmente, cuando de dicha información se derivan acciones de carácter administrativo que afectan a la situación laboral de los docentes e investigadores universitarios.
Tercero: esta opacidad impide certificar que los evaluadores son competentes en las materias que evalúan y, al mismo tiempo, descarga a los evaluadores de cualquier responsabilidad derivada de sus actos, incluso de las sanciones de carácter moral y profesional que la comunidad científica debe formular sobre el proceder de sus iguales, ya sean estas sanciones positivas por el compromiso y corrección de sus evaluaciones o negativas por la incoherencia de sus argumentos.
Cuarto: Resulta inimaginable este secretismo en cualquier otra esfera de la vida pública. Ningún tribunal de justicia puede obrar de este modo en este país y cualquier conducta que se desarrolle con esta falta de transparencia y fiscalización no puede redundar en un beneficio social. Sólo puede servir para sustentar el privilegio y dañar la libre concurrencia. En consecuencia, entiendo que la ANECA debería seguir estos principios en sus evaluaciones:
Primero: como es incomprensible e injustificable que los detalles de las evaluaciones realizadas por la ANECA no incorporen las puntuaciones por subapartados de cada área tal como establecen los PRINCIPIOS Y ORIENTACIONES PARA LA APLICACIÓN DE LOS CRITERIOS DE EVALUACIÓN recogidos en el PROGRAMA DE EVALUACIÓN DE PROFESORADO PARA LA CONTRATACIÓN o en el PROGRAMA ACADEMIA publicados por la propia ANECA, que de carácter inmediato los informes de la ANECA incorporen las puntuaciones desglosadas para terminar con una situación de indefensión jurídica que atenta contra el más elemental principio de justicia, transparencia y probidad.
Segundo: que con el fin de preservar la independencia de los evaluadores, su condición se mantenga anónima, pero que la motivación de sus conclusiones sea pública y conocida por los interesados y no interpretada por las Comisiones de la ANECA con posterioridad a la emisión de los informes.
Si todos denunciamos, las cosas cambian.