Como funciona la ANECA...
En días anteriores, escribí sobre el problema de la opacidad en la ANEP, aunque otra agencia que se lleva la palma es la ANECA. De hecho, su funcionamiento es tan kafkiano que ni los evaluadores de la ANECA siguen las indicaciones de la ANECA para hacer las evaluaciones y como no son detalladas, resulta imposible saber cuánto obtenemos por docencia, cuánto por artículos, cuánto por monografías, cuánto por proyectos de investigación...
A veces, el asunto resulta tan grotesco que, como me ocurrió hace unos meses, mi evaluación como PDC era más positiva que la de PAD, cuando la figura de PCD se supone que es el doble de exigente.
Como es lógico, podemos a llegar a pensar que se trata de rabietas de malos perdedores (por favor, hagan públicas las motivaciones y el desglose de las puntuaciones y, muy probablemente, las podremos entender e incluso compartir). Sin embago, en algunas ocasiones es evidente que las evaluaciones de la ANECA o de la ANEP no son serias, porque, simplemente, evalúan personas que no tienen conocimiento de las áreas que evalúan.
Una prueba de este hecho es la carta que el extraordinario profesor de historia del derecho, Bartolomé Clavero (ahora recuerdo con más orgullo cómo disfruté leyendo sus trabajos cuando era un estudiante) ha publicado en internet en este enlace:
http://www.h-debate.com/Spanish/historia%20inmediata/denuncias/56.htm
Como él mismo detalla, como evaluador de la ANECA, sin mucha consideración, norma, criterio o coherencia, le han pedido que evalúe una candidatura en un campo en el que no es experto y no tiene competencia para fundamentar un fallo.
Me temo, lamentablemente, que no muchos tendrán la dignidad y entereza de plantarse ante tales desfachateces administrativas y que por contra, disfrutarán ejerciendo esa pequeña parcela de poder omnímodo con total impunidad.