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Publicado por Emilio Castro en 25/04/10 21:08h mensajes: 537

La ciencia, un modo de vida

Investigadores zamoranos, escépticos sobre la nueva ley del Gobierno que califican de bienintencionada, pero que no resuelve el problema, la creación de más plazas

C. G. El Anteproyecto de Ley de Ciencia tiene buenas intenciones, aunque no soluciona los principales problemas que tiene ahora mismo el sector, centrados sobre todo en la necesidad de más recursos y plazas de investigación. Es la conclusión que se puede sacar después del análisis realizado por cuatro científicos zamoranos , Dionisio Martín Zanca, Mercedes Tamame, César Roncero y José Gavilanes, sobre un texto bastante técnico que regula las cuestiones de forma muy general, cambia de nombre algunos conceptos, y aunque apunta buenas líneas de actuación, habrá que esperar a ver cómo se concretan en posteriores reglamentos. Hay que tener en cuenta, también, que se trata de un anteproyecto y por lo tanto no es el texto definitivo. En todo caso más que grandes normativas los científicos piden más medios y estructuras más ágiles que permitan crear más plazas.

Martín Zanca y Mercedes Tamame señalan que una nueva ley de ciencia es necesaria para avanzar respecto a la actual, del año 86 «básicamente porque el panorama científico español ha variado bastante desde entonces. La Ley contempla nuevas figuras contractuales y aspectos que no cubría la anterior, proporcionando marcos legales para colaboraciones entre diversos entes u organismos del sistema de ciencia y tecnología con el objetivo de hacerlo más flexible y productivo. Lo que no resuelve es qué medidas se implementarán para conseguir algunos de sus objetivos», indica Tamame. Martín Zanca reconoce novedades, pero el texto, a falta de mayores concreciones resulta algo «decepcionante» porque «no cambia la manera de hacer las cosas». César Roncero considera que la ley «realmente arregla algún problema, pero no da soluciones claras para mejorar la ciencia en España» y tiene la impresión de que se ha hecho sin consultar demasiado a los investigadores.

José Gavilanes señala que desde su punto de vista la ley «no me parece que aporte grandes novedades. Lo verdaderamente importante es que se incorporen personas al sistema, porque cuanto más gente "juega" más genios salen y ahora hay muy pocos científicos en España». Cree que la diferencia entre el sistema de becas o de contratos es muy pequeña, tan sólo que estos últimos tienen alguna cobertura social más. Pero el problema de la ciencia en España «es sobre todo social. Un chico de 23 años acaba la carrera, está cuatro o cinco años con la tesis, se va al extranjero unos años más y al final te encuentras con 35 ó 40 años con que o te quedas a vivir en el país que sea o no tienes posibilidad de volver a España. No podemos pedir a la gente que sean misioneros de la ciencia, que se dediquen a recorrer el mundo para ejercerla, porque tienen su familia y su ambiente».

Esto se soluciona incrementando puestos de trabajo, plazas de científicos, como ocurrió en su día con la creación de los programas «Ramón y Cajal» y «Juan de la Cierva», cuando se creó un número de plazas que permitió incorporar a mucha gente, y que por desgracia, con el paso de los años ha ido decreciendo. Gavilanes echa mano del símil futbolístico para que la sociedad pueda entender mejor su razonamiento: «El procedimiento para conseguir buenos jugadores, y lograr que salga un Messi, es que haya mucha gente jugando al fútbol; para conseguir buenos científicos, un premio Nobel, es lo mismo. Los países que tienen mejores jugadores de fútbol son los que cuentan con un mayor número de practicantes de base. En la ciencia pasa algo similar».

José Gavilanes trabaja en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid, y se dedica a investigar la estructura de las proteínas antitumorales. «No vamos a curar el cáncer en los próximos meses a nadie», advierte, aunque considera falaz la distinción entre investigación básica y aplicada: «La investigación es descubrir coas nuevas».

César Roncero, con 49 años, estudió Biología en Salamanca, pasó cuatro a años en Estados Unidos y ahora es profesor titular además de formar parte de un grupo de investigación dedicado al transporte de proteínas en levaduras, de posible aplicación en el control de infecciones fúngicas. Considera que «la universidad es la gran perjudicada de esta ley y da la sensación que no contempla el hecho de que los investigadores tengamos que dar clases también». Por otra parte, prevé el paso del Consejo Superior de Investigaciones Científicas a la universidad, pero no lo contrario.

Mercedes Tamame trabaja en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Salamanca. También pasó por Estados Unidos, aunque pudo volver a España en una de las plazas que se iban convocando. Tamame afirma que «la ley contempla nuevas figuras contractuales y aspectos que no cubría la anterior, proporcionando marcos legales para colaboraciones entre diversos entes u organismos del sistema de ciencia y tecnología con el objetivo de hacerlo más flexible y productivo». Equiparar el contenido de las carreras universitarias en España con las europeas, redefinir los pasos de la carrera científica, invertir en ciencia de forma suficiente -y no rebajar el 14,5% como se ha hecho este año- y con continuidad, formar y seleccionar cuidadosamente al personal científico y hacer que cuente con una adecuada retribución son algunas de las claves para conseguir mejorar aspectos que la ley pretende mejorar. Es partidaria de establecer una carrera científica que dé estabilidad al investigador, pero con movilidad.

«Es necesaria una actualización de la norma del 86, aunque faltan concreciones»

Instituto de Microbiología

«Hay que invertir lo suficiente y con continuidad, no bajar el presupuesto un 14,5 por ciento»

Investigadora del CSIC-Salamanca

«El Anteproyecto de Ley resuelve algún problema, pero no da soluciones para la ciencia en España»

Universidad de Salamanca

«No podemos obligar a la gente a ser misioneros de la ciencia que recorran el mundo»

Biología. U. Complutense. Madrid

http://www.laopiniondezamora.es/zamora/2010/04/24/ciencia-vida/430767.html