La ciencia, víctima del presupuesto
El recorte de I+D
La ciencia, víctima del presupuesto
Los fondos para investigación caen un 15% - El Gobierno dice que la
marcha del Plan Nacional está garantizada - Los jóvenes científicos
anuncian movilizaciones
La ciencia española es la gran perjudicada de los presupuestos
elaborados por el Gobierno para 2010 y que ahora discutirá el
Parlamento. Entre todos los ministerios, destaca la asignación (en
gastos no financieros) para Ciencia e Innovación por sufrir el mayor
recorte: un 15%. La preocupación y las protestas de la comunidad
científica, que ya estaba muy alarmada a la vista de las cifras
barajadas en los borradores (con mayor recorte, eso sí, que el
plasmado finalmente), arrecian. La reducción se produce respecto a un
año -2009- que ya no es boyante para la ciencia española por la
financiación, interrumpiéndose el notable crecimiento registrado hasta
2008 (desde el primer Gobierno Zapatero). La estrategia en I+D+i,
además, se escora hacia los proyectos industriales financiados con
créditos, en lugar de la subvención de la ciencia.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la
Vega, aseguró el pasado viernes "la continuidad de todos los proyectos
del Plan Nacional I+D+i", y dijo que "habrá un incremento de becas y
contratos para investigadores". Cristina Garmendia, ministra de
Ciencia e Innovación, quiso ayer mismo dar también un mensaje de
tranquilidad diciendo que su departamento tendrá "presupuesto
suficiente" en 2010. En las partidas globales del documento del
Gobierno se especifica una reducción del 3,1% para las actividades de
I+D+i (con actuaciones de varios ministerios).
El problema de las cifras aparentemente contradictorias es que las
declaraciones oficiales (y esa reducción de sólo el 3,1%) incluyen en
las cuentas las grandes partidas (y crecientes) de créditos, un
recurso dirigido a proyectos industriales que no alivia la
incertidumbre de la comunidad científica. Hay que tener en cuenta que
los investigadores -salvo alguna excepción- no producen en sus
laboratorios dinero con el que devolver préstamos, ya que los
beneficios sociales y económicos que generan no se ajustan a plazos
fiscales. También Fernández de la Vega, al presentar cantidades que el
Gobierno adjudicará en el futuro a I+D+i en el Fondo de Inversión
Local y en el Fondo de Economía Sostenible especificó: "En créditos".
Lo cierto es que medio centenar de investigadores del área de
biomedicina han manifestado su "perplejidad y desconcierto, cuando se
nos ha comunicado el recorte presupuestario, para el próximo año", en
una carta abierta al Gobierno, el mismo día en que se hacían públicas
las cifras. En su caso, el Centro de Investigación Biomédica en Red de
Enfermedades Neurodegenerativas, el recorte anunciado es de un 30% y
ellos denuncian "la no renovación de contratos de investigación que
eso va a suponer".
Pocos días antes, cuando ya se veía venir el hachazo de los
presupuestos, siete científicos de alto prestigio pedían, en un
manifiesto hecho público en el Congreso Nacional de Bioquímica y
Biología Molecular: "Deben mantenerse las dotaciones presupuestarias
destinadas a la investigación científica básica y, en particular, al
Plan Nacional y a los programas de investigación en red".
Por su parte, la Federación de Jóvenes Investigadores / Precarios
dice que "no está dispuesta a permitir este hundimiento de la ciencia
en España, planteando, si fuera necesario, la movilización general de
los científicos".
Los Organismos Públicos de Investigación (OPI), las siete
instituciones dependientes de Ciencia e Innovación, incluido el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, saben ya que afrontan
el año que viene un panorama (un 15% de recorte medio) desolador para
algunos (el recorte del Ciemat es del 26%). Pero es aún peor la
perspectiva en el desglose de las cifras, ya que el gasto de personal
de los OPI será en 2010 igual que en 2009 y el recorte, por tanto, se
ensaña en los capítulos de funcionamiento de los centros,
mantenimiento de los laboratorios, viajes científicos, materiales,
etcétera.
Ciencia e Innovación, lanzó el martes un comunicado de tono
triunfalista: "El presupuesto global del Ministerio se mantiene (de
hecho de incrementa un 0,2%), lo que, unido a las actuaciones en I+D+i
previstas en el Fondo de Economía Sostenible y el Fondo de Inversión
Local, hace que el gasto público de I+D+i vuelva a subir este año
notablemente". Ayer Garmendia dijo que su departamento no tendrá el
año que viene un presupuesto expansivo, pero sí suficiente para
atender los proyectos de investigación en marcha e incluso para
aumentar el número de contratos.
El presupuesto 2010 expresa una cuantía total de 1.497 millones de
euros (en las partidas del capítulo 7, que cubre las subvenciones)
frente a unos 1.800 millones de 2009. Con el Capítulo 7 se financian
los proyectos de investigación del Plan Nacional, las becas y los
contratos de jóvenes científicos no funcionarios.
El Plan Nacional de I+D+i es la joya de la corona del sistema, el
motor que ha colocado a la ciencia española en el noveno lugar del
mundo (la investigación se evalúa y mide en descubrimientos notables
expresados en artículos científicos del más alto nivel). No hay que
olvidar, además, que del Plan depende el grueso de la investigación
que se hace en las universidades.
La mayor partida presupuestaria de Ciencia e Innovación es la de los
créditos, que para 2010 asciende a 3.219 millones de euros, frente a
2.996 millones este año. Es un aumento significativo, pese a que más
de la mitad del presupuesto que gestiona el ministerio se dedica ya,
fundamentalmente, a los proyectos industriales. Los créditos,
(capítulo 8) sólo son utilizados marginalmente en ciencia o por
instituciones científicas, como recurso para tapar huecos.
"En I+D+i, el contar los créditos es un maquillaje que se usa cuando
no hay dinero", comenta un experto. Eso sí, es un recurso netamente
español, puesto que en los países desarrollados del entorno europeo y
en EE UU no se añade esta partida de préstamos al cómputo estadístico
de los Gastos Presupuestarios de I+D.
Incluso en el Programa Electoral del PSOE 2004 se especificó:
"Incrementaremos los fondos públicos de investigación y desarrollo
referidos a los gastos no financieros (capítulos 1-7) en un 25%
anual". El compromiso básicamente se cumplió hasta 2008, y es notable
que se diferenciaba el capítulo 8 (que entonces cubría, en gran
medida, la fabricación de equipos militares), de las vías de
financiación normal de la ciencia (capítulos 1-7).
La desviación del ministerio hacia la innovación en detrimento de la
ciencia se ve en el presupuesto 2010: la partida de Investigación y
Desarrollo Tecnológico Industrial (subvenciones que gestiona la
Secretaría General de Innovación) sube a 387 millones, frente a 376 de
2009, y es la única que crece en el Capítulo 7.
Garmendia no ha desmenuzado las cifras para el Plan Nacional, pero el
comunicado de su departamento refleja algunos datos al afirmar que el
año que viene habrá nuevas convocatorias del Plan Nacional y del
Programa Ingenio "por un importe de 136 millones de euros (frente a
108 millones de euros en 2009), lo que supone un incremento del 26%".
No se especifica si se cuentan los fondos del Plan E de 2009 añadidos
en esta partida o los futuros fondos susceptibles de atenuar el
impacto del recorte en ciencia. Pero la cantidad de dinero de nuevos
proyectos en 2009 en realidad duplica la reflejada por el ministerio
(más de 200 millones y no 108).
Lo cierto es que lejos del triunfalismo y haciendo números, varios
expertos consideran que el departamento de Garmendia podría mantener
en marcha (con dificultades, con recursos contables y financieros),
sus actuaciones el año que viene en el Plan Nacional. Por ejemplo,
como los proyectos científicos son trianuales y se transfiere el
dinero a los científicos en tres plazos, cabe reducir el primer pago
en 2010, contando con aumentar los dos siguientes. También se podría
reducir la cuantía concedida en cada proyecto o incluso utilizar
puntualmente la partida de créditos, como forma de aplazar el
desembolso del ministerio, señalan los expertos.
Lo que está claro es que el recorte tendrá efectos duros para la
ciencia en 2010 y que la situación puede ser catastrófica en 2011 si
no repunta radicalmente la inversión. De momento se olvida el objetivo
del Plan Nacional de I+D+i 2008-2011 de aumentar la financiación un
16% cada año.
ENTREVISTA: El recorte de I+D RAFAEL RODRIGO Presidente del CSIC
"Podemos salvar 2010, no más"
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Podemos/salvar/2010/elpepusoc/20091004elpepisoc_2/Tes
El astrónomo Rafael Rodrigo preside el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, (CSIC), un organismo del Ministerio de
Ciencia e Innovación, con 130 institutos y centros y con el que
trabajan unas 14.000 personas (7.000 de plantilla), de los que 5.000
son científicos. El presupuesto de este organismo asciende a unos 720
millones para 2010. Rodrigo dice que se puede hacer frente a la
difícil situación presupuestaria un año, pero no más.
Pregunta: El CSIC tiene en el presupuesto una reducción del 13,6%,
respecto a 2009. ¿Qué significa para la institución?
Respuesta: Significa que, como los recortes pormenorizados por
partidas son importantes y como tenemos un gasto fijo de personal del
40%, en realidad la reducción para el funcionamiento es de un 25%. La
situación es dura, pero gracias a que somos una agencia estatal y a
que tenemos un Plan Estratégico, la podemos afrontar. Al ser agencia
podemos recurrir a operaciones financieras, lo que solventa la
situación inmediata, pero no es bueno para el futuro. Además, con
estas medidas cubrimos 2010, pero afrontaremos 2011 en condiciones
mucho peores.
P. ¿Qué perspectiva tienen los centros e institutos del CSIC?
R. Van a seguir funcionando al mismo nivel operativo que ahora,
garantizándose también los contratos, becas, etcétera. Esto significa
que tendremos que hacer un ejercicio de priorización, pero para ello
tenemos el Plan Estratégico, evaluado y aprobado.
P. ¿Cómo espera que reaccione el personal del CSIC?
R. Al personal del CSIC tampoco le gusta la reducción. Podemos
entender que es una época en que hay que apretarse el cinturón, pero
durante un tiempo muy, muy concreto. Hay que tener en cuenta que vamos
a pedir un esfuerzo adicional al que ya hace todo el personal, porque
la ciencia es un entorno muy competitivo. Si se planifica
correctamente, con el esfuerzo de todos, el CSIC es capaz de afrontar
el año 2010 con garantías.
P. ¿Pero difícilmente soportaría un 2011 en la misma tónica?
R. Sería absolutamente insostenible porque habríamos consumido en
2010 todos nuestros fondos de maniobra y no podríamos repetir las
operaciones financieras. Nosotros no generamos riqueza directamente,
sino que la transportamos a las empresas. Eso significa que cuando
preparemos los presupuestos de 2011, la base de partida no puede ser
la de 2010 sino la de 2008, porque partir del año que viene sería
partir de muy bajo.
P. ¿Pueden ser los jóvenes científicos los más vulnerables en esta
situación difícil?
R. Sí. En los últimos años, el sistema español de ciencia -y el CSIC
en concreto- ha ganado credibilidad y capacidad de atracción y de
retención de científicos. Cuesta mucho obtener esto y muy poquito
perderlo. Así que nos vamos a preocupar no sólo por nuestros grandes
investigadores, sino también por el futuro de la ciencia, que son los
jóvenes. Tenemos que lograr que no se resienta su trabajo y que no
piensen que el sistema español no merece la pena y se vayan fuera,
sino al contrario.
P. Los científicos del CSIC no dependen sólo del presupuesto, sino
que investigan con las subvenciones del Plan Nacional y otros fondos.
R. El personal del CSIC investiga con dinero del Plan Nacional, de
proyectos con empresas, del Programa Marco europeo... Si disminuyen
los fondos que solicitamos (competitivamente), captaremos menos
dinero. El CSIC logra alrededor del 20% de los fondos del Plan
Nacional, y si se rebajan mucho repercutirá negativamente. Creo que
hay herramientas en el Plan para mantener en 2010 más o menos el mismo
nivel que en 2009. Pero volvemos a lo mismo: se puede salvar 2010,
pero no un año más.
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ENTREVISTA: El recorte de I+D MARGARITA SALAS Bióloga
"Los jóvenes científicos sufrirán"
La bióloga Margarita Salas es una de los grandes de la ciencia
española. Estos días está preocupada, a la vista del recorte de
financiación de la investigación para 2010. "Me parece inadmisible que
el Ministerio de Ciencia e Innovación, creado hace poco más de un año
para apoyar la ciencia, el conocimiento y la innovación como motores
del desarrollo económico, sea el que más recorte tiene", afirma. Eso
sí, puntualiza: "Me consta que la ministra Cristina Garmendia ha
luchado fuerte por mantener el presupuesto al máximo y, probablemente,
por esa lucha el recorte inicialmente planteado, del 37%, se ha
quedado en un 15%".
Pregunta: ¿Cómo ve la situación?
Respuesta: Esta reducción del 15% es muy preocupante, si se culmina
finalmente. No tengo claro qué va a pasar con el Plan Nacional, y en
el reciente Congreso de Bioquímica pedimos al presidente del Gobierno
que lo mantuviese, porque sin los proyectos del Plan no podemos seguir
investigando... Y están las becas asociadas a los proyectos, las tesis
doctorales, los contratos Ramón y Cajal y otros, sin los que la
ciencia no puede funcionar.
P. ¿Tendrá esto impacto en los investigadores jóvenes?
R. Sí. Creo que los jóvenes científicos que están iniciando la
investigación son lo que más van a sufrir. Pero me preocupa mucho
también el gran desánimo que va a producir en los jóvenes. Muchos que
acaban los estudios y podrían elegir una carrera investigadora, están
desanimados; notamos la disminución de jóvenes para hacer la tesis
doctoral en los laboratorios. Si encima ahora se les desanima más con
un recorte así, pensarán que la ciencia no tiene futuro en nuestro
país.
P. Se dice que la ciencia necesita un escenario estable para
desenvolverse. ¿Es verdad?
R. Sí. La ciencia es algo que no se resuelve en cuatro años. En 2004,
antes de las primeras elecciones que ganó Rodríguez Zapatero, un grupo
de investigadores propusimos un Pacto de Estado por la Ciencia porque,
decíamos, hay que pensar en plazos de 10 o 15 años para hacer algo
positivo en ciencia. Ya estamos mal: a finales de 2007 España invertía
un 1,3% de su PIB en I+D, frente a una media de 1,84% de la UE.
Estamos en la cola, y si ahora cortamos el presupuesto, si esta
situación se mantiene, nos quedaremos parados o retrocederemos. Desde
luego no vamos a llegar al 2% en 2010, como se pretendía.
P. El Gobierno argumenta que se aumentan los créditos para I+D+i.
¿Son útiles los créditos para la ciencia?
R. No, para nada. Los científicos necesitamos subvenciones porque los
créditos hay que devolverlos y nosotros no tenemos oportunidad de
hacerlo. Hay casos excepcionales en que se genera dinero. Llevo 42
años trabajando con el virus Phi29, ha surgido una aplicación
biotecnológica muy importante y la patente genera ingresos (que van en
parte al CSIC y en parte al laboratorio). Pero esto no sucede todos
los días ni mucho menos, y no lo hubiéramos logrado si no nos hubiesen
dado dinero. No habríamos podido investigar con créditos, nadie puede.
P. ¿Hay inquietud en la comunidad científica?
R. Mucha, sobre todo entre los que tienen que solicitar proyectos del
Plan Nacional en 2010. También es preocupante que pueda haber recorte
de becas y contratos. Hay jóvenes que acaban el doctorado o que han
ido al extranjero y que quieren regresar a trabajar aquí; si se
reducen los contratos vamos a perder la oportunidad de contar con
jóvenes científicos bien formados, se van a quedar fuera. Espero que
haya más sensibilidad en el debate parlamentario del presupuesto y se
repare un poco esto. Se siembra hoy para cosechar mañana, y si no se
siembra no habrá nada que recoger dentro de unos años.