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El TSJA condena a la Universidad de Sevilla a readmitir o indemnizar a un antiguo becario

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http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/28/andalucia_sevilla/1296216195.html

TRIBUNALES | El TSJA declara 'improcedente' su despido

Condenan a la Universidad de Sevilla a readmitir como trabajador a un becario
El demandante estuvo cinco años trabajando como bibliotecario en Historia
Cobró 800 euros al mes cuando el sueldo de su categoría roza los 2.000 euros
Otros dos becarios en situación semejante también han demandado

Nacho González | Sevilla


El TSJA ha condenado a la Universidad de Sevilla a readmitir como trabajador a un becario que durante casi cinco años estuvo trabajando como bibliotecario de su facultad de Geografía e Historia. La sala de lo Social del alto tribunal andaluz ha confirmado la sentencia del juzgado de lo Social 9 de Sevilla, que ya declaró el pasado mes de mayo como improcedente el despido de J.A.C. y condenaba a la Hispalense a readmitirlo como trabajador o a indemnizarlo.

La Universidad de Sevilla, que ya optó ante el Juzgado por no readmitirlo, tendrá que abonar ahora al ex becario no sólo 16.723 euros sino también el salario que dejó de percibir desde su despido, cantidad que ascendería a casi 30.000 euros.

Según ha demostrado la defensa de J.A.C., representado por el abogado Aníbal Tovaruela, responsable del área laboral del bufete Studium de Sevilla, el ex becario de la biblioteca de Historia, que desde diciembre de 2004 disfrutó de una sucesión de becas anuales de formación, estuvo en realidad realizando tareas propias de técnico especialista de biblioteca, razón por la cual, decidió demandar a la universidad cuando ésta decidió extinguir la relación laboral encubierta entre ambos en diciembre de 2009.

Condiciones laborales

J.A.C. trabajaba como bibliotecario, la mayor parte del tiempo entre las 8 y las 15 horas, se le exigía el cumplimiento de 35 horas de trabajo a la semana -que acreditaba mediante firma en la hoja de entradas y salidas correspondiente-, tenia la cobertura de un seguro por accidente o enfermedad, que se pagaba el propio becario de su sueldo mensual, y podía darse de baja por maternidad o enfermedad, previa justificación con parte médico.

Pese a que su situación era la de becario en formación, según el TSJA J.A.C. ejercía sus funciones «con plena autonomía y responsabilidad» y sin la supervisión de tutor alguno. Incluso era la persona encargada de abrir y cerrar la biblioteca, atendía a profesores y estudiantes, catalogaba y prestaba libros, realizaba las peticiones de nuevos libros y, además, recibía las quejas sobre el funcionamiento de la biblioteca.

Según ha demostrado su defensa, J.A.C. adquirió los conocimientos necesarios para llevar a cabo su trabajo durante los primeros meses de su beca, y sus labores pertenecen a la categoría de técnico especialista de biblioteca, por lo que su salario mensual debía rondar más de 2.000 euros y no los 800 euros que recibía en concepto de beca.

Sin tutor alguno

A pesar del recurso que planteó la Universidad contra el fallo del juzgado de lo Social 9 de Sevilla, el TSJA insistió en que «lo importante son las funciones que realizaba en las que no se acredita que estuviera tutelado por personal de la Universidad, ofreciéndole exclusivamente formación y sin beneficiarse de sus servicios, evitando utilizar personal propio de la Universidad en atender las necesidades de la biblioteca universitaria».

Este pronunciamiento del TSJA constituye un claro precedente para otros dos becarios que, tras haber pasado por idéntica situación a la de J.A.C., han demandado igualmente a la Hispalense. En estos se da la circunstancia agravente de no haber cotizado a la Seguridad Social nada en absoluto por esos trabajadores en todo el tiempo trabajado.

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Todo este tema me ha dejado bastante perpleja. He sido becaria de la US y no entiendo los argumentos que menciona la noticia. Mi percepción de la misma es algo distinta.
Creo que los que los que supieron aprovecharla han podido encontrar trabajo y, desde mi punto de vista, sólo se quejan los que dejaron pasar el tiempo sin preocuparse de nada más (sólo de cobrar). Tuve muchas responsabilidades, pero nunca me faltó ayuda de las responsables: me enseñaron a catalogar, a digitalizar, a gestionar las adquisiciones...mientras otros becarios leían el marca en su departamento. Aprendí mucho de muchos porque puse interés (lamentablemente muchos becarios no quieren saber mucho de "las de arriba"). Para mí si fue una etapa de aprendizaje que me ha permitido estar en el mercado laboral desde que dejé la US.
Por cierto eso de los 2000 euros....no lo cobran ni los funcionarios de la Biblioteca!

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El problema no es que la persona muestre o no interés en aprender es que una beca de formación no es un contrato y lo que no puede ser es que se prorrogue indefinidamente obviando así la necesidad de tener a una persona formada y cotizando a cargo. La universidad se aprovecha siempre de las becas de formación así que independientemente de que este chico haya aprovechado o no su etapa de becario lo que es ilegal para cualquier empresa privada debe de ser igual en la pública. Lo de los 2000€ es la negociación colectiva, cuando los sueldos vayan acordes con la formación y producción se podrá protestar, por ahora es lo que hay.

A mí me constan irregularidades similares en la AECI y al final la gente que se atrevió a denunciar tuvo que ser contratada.

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Esas becas antes duraban un máximo de cuatro años, pero en la última convocatoria se han reducido a uno solo y además no se cobra en agosto (te mandan a tu casa sin pagarte las vacaciones).

Por otra parte, siguen teniendo el inconveniente de que no se cotiza a la Seguridad Social, a pesar de que se hace un trabajo real y efectivo, no cuentan como mérito a la hora de opositar ni suelen valorarse al buscar trabajo en la privada (por ejemplo, de documentalista).

Quizá cuatro años parezcan mucho para una beca, pero no cabe duda de que en la actual situación de crisis y paro juvenil generalizado a mucha gente le vendría bien que tuvieran esa duración. Incluso, tengo antiguos compañeros de esa beca de bastante más de 30 años que desearían volver a cogerla, pero no pueden porque ya no cumplen con las bases de la última convocatoria (pero sí podrían con las normas de convocatorias anteriores).

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Con todos mis respetos Danny,

Creo que el fallo es agotar esa beca. Cuando duraban 4 años muchos becarios se relajaban, fichaban sus horitas y para casa, tú lo sabrás. Había mucho "eterno adolescente" de treinta y pico. Protestaban mucho de puertas hacia dentro, pero si tan mal estaban no sé cómo aguantaron tanto tiempo. Para mí algunos se dejaban ir... y tanto que en vez de aprovechar la beca y formarse, terminaron prácticamente tal y como empezaron.

Puedo asegurarte que somo unos pocos los que dejamos la beca para incorporarnos a un trabajo y ahí seguimos. En mi caso, sí que se valoró la etapa de formación por parte de mi empresa.

Tal y como están las cosas no queda otra que ponerse las pilas verdad? ;)

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Hace cuatro o cinco años, era muy raro que un becario agotase los cuatro años. En esa época, había más trabajo en ese mundillo y cualquiera que se moviese un poco no tenía problemas para colocarse, por ejemplo, haciendo oposiciones y entrando de interino, en muchos casos en la propia universidad (sacar plaza desde el principio es casi imposible con el sistema de concurso-oposición) o en bibliotecas públicas y archivos de fundaciones. Había muchos becarios que duraban meses o un año y raramente retomaban la beca.

Pero ahora las circunstancias han cambiado, apenas se convocan oposiciones, las bolsas de interinos se mueven menos y también es más difícil buscarse la vida en otros ámbitos (los bares y centros comerciales, que casi siempre necesitan gente, apenas contratan a nadie últimamente).

En esta situación, para muchas personas cumplir los 30 años con una beca universitaria (a pesar de sus inconvenientes, como no tener contrato o cobrar menos que un trabajador de plantilla) les supone convertirse en la envidia de su entorno y esas becas, que antes se despreciaban, ahora se han convertido en un trabajo goloso y muy apetecible.

No es que sean un chollo, pero con un 50% de paro juvenil y un ambiente de crisis generalizada, se entiende que a los becarios se les vea como privilegiados y que aumente el número de aspirantes en las solicitudes de becas y el que consigue una piensa: "Por lo menos tengo algo para ir tirando mientras dure la crisis" o "No es una maravilla, pero es mejor que estar en casa viendo la tele".

Tampoco nos debe extrañar que haya antiguos becarios que han tenido trabajos mejores, pero se han quedado parados, no encuentran nada (a pesar de buscarse la vida) y echan de menos la beca, pero no pueden retomarla. Les vendría muy bien volver, aunque fuese temporalmente, pero las bases de la última convocatoria (publicadas en noviembre de 2010) reservaban la concesión de becas a gente nueva, además de restringir su duración a un año (sin pagar agosto).

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