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«A mi generación le ha tocado ser nómada»

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«A mi generación le ha tocado ser nómada»

  • Santiago Pérez Isasi Investigador de literatura en Lisboa
  • Este bilbaíno ha vivido los últimos años en Escocia, Irlanda y, su último destino, Portugal


Quién no conoce la Wikipedia. Pocos son los que no han echado mano de esta enciclopedia virtual para concretar algún dato o empaparse de un tema. Estas páginas no se escriben solas, algunos amables usuarios invierten parte de su tiempo en redactar los contenidos. Santi Pérez Isasi fue uno de ellos. «Llegué a ser bibliotecario en esta web. Es simple, sólo tienes que seguir unos parámetros. Escribí sobre lo que conozco: País Vasco, Escocia, Irlanda y literatura», recuerda. Una temática que resume parte de su vida. Lo que le he marcado. Y es que, motivado por el trabajo, este bilbaíno ha vivido en el noroeste de Europa. En busca de su porvenir. A este itinerario hay que sumar su último destino desde hace unos meses: Lisboa.

Al elegir la carrera, supo que su camino estaba orientado al extranjero. Se licenció en Filología Hispánica y estudió un año de Dicción. Y, nada más terminar, tuvo que decir 'adiós' a su familia y amigos. «Siendo profesor de español tenía mucho más trabajo en el extranjero. Además me apetecía viajar». Gracias a un acuerdo entre la Universidad de Deusto y la de Saint Andrews se trasladó a Escocia por un año como lector de español para dar clases.

Mudarse al país de las gaitas le supuso un gran cambio. Se tuvo que ocupar de la casa, las cuentas... Aún así lo recuerda con mucho «cariño». La pena fue que al finalizar los doce meses tuvo que regresar a Bilbao porque no había posibilidades de renovación. Una vez en casa, decidió hacer un doctorado sobre Literatura española en el siglo XIX, que le garantizó una estancia de tres meses en Nueva York para investigar. Pero no había terminado la tesis, cuando hizo de nuevo las maletas.

No le cogió por sorpresa porque él había mandado su currículo a diferentes centros universitarios de habla inglesa. Pero fueron los irlandeses quienes le ofrecieron la posibilidad de viajar a su país. Aterrizó en Eire en 2007 para ejercer como profesor asistente de español durante dos años. Al llegar allí fueron inevitables las comparaciones con los escoceses. «Ambos son bastante parecidos. Les gusta beber su cerveza Guinness en los bares», bromea. Acoplarse a este nuevo país no le costó mucho, a pesar de encontrarse de pronto en una pequeña ciudad, llamada Limerick. «¡Allí llueve más que en Bilbao!»

No olvidará nunca su estancia en Irlanda. Sobre todo, la imagen de los acantilados y sus paisajes verdes. «Merece la pena ir. El centro del país es una llanura enorme sin prácticamente nada», rememora. Estas panorámicas de ensueño las pudo contemplar hasta junio de este año. Fue entonces cuando consiguió una beca de investigación posdoctoral. La única pega -aunque este vasco está encantado- es que se tenía que mudar de nuevo.

Esta vez, Portugal le abrió sus puertas. Dos años en los que apenas saldrá del departamento de estudios comparatistas de la Universidad de Lisboa. Allí mismo se encarga de contrastar la literatura española con la portuguesa durante el Romanticismo. «El cambio ha sido importante. Se nota que estoy en la capital de un país, pero en positivo porque hay mucha oferta de actividades, cines y conciertos». Lo más difícil y, tampoco le llevó mucho tiempo, fue aprender portugués. «Para los españoles es fácil, pero hay que estudiar. Hay gente que se cree que ya sabe hablarlo».

Sueldos bajos

En pocos años ha vivido en tres países distintos. Y al analizar cada uno de ellos, Pérez Isasi reconoce que el mayor choque cultural lo encontró en Irlanda. «No se queda mucho a cenar con los amigos. Allí se lleva ir a los pubs». Esta costumbre preocupa al gobierno, que ha lanzado ya varias campañas de consumo responsable de alcohol. «Su problema es que beben mucho y muy rápido». La nota positiva de su estancia irlandesa se la lleva la población. «Son muy amigables. Si te ven solo, se acercan».

Lo que no se diferencia de vivir en Limerick y en Lisboa es el horario para las comidas. Eso sí, una ciudad difiere de la otra a la hora de sacar la cartera en un restaurante. «Irlanda es un país muy caro debido al 'boom' económico de los noventa hasta 2002, conocido como el 'Tigre Celta'. Mientras que en Lisboa sale barato comer fuera y hacer la compra en el supermercado». El inconveniente está en que los sueldos lusos son más bajos que en Irlanda y España.

El carácter de los lusos es lo que más llamó la atención de este vasco. Al menos, él no ha visto que se cumpla el mito del portugués triste y cerrado. «Y con los idiomas son bastante mejores que la media de los españoles. De hecho, no se doblan las películas ni aparecen subtituladas». La cultura ocupa parte del tiempo de los que viven en Lisboa porque resulta barata, salvo los libros. Un coste que compensan con cafés a 50 céntimos y conciertos gratuitos en muchos bares. Y los fines de semana nadie falta a su cita en el barrio Alto. Muy similar al Casco Viejo bilbaíno.

Con tantas idas y venidas, echa de menos su ciudad natal. De ahí que intente regresar de visita cada dos o tres meses. «Ahora me da la impresión que es más pequeña», apunta. Con todo, a Pérez Isasi le gusta pasar temporadas largas en los sitios que le ha tocado vivir. Y es que ése es su sino. «A mi generación le ha tocado vivir como nómadas. Con la maleta a cuestas. Y sí, me gusta conocer nuevas culturas, pero llega un momento en el que quiero estabilizarme. Ahora bien, estoy abierto a lo que salga. Y si existe la posibilidad de quedarme aquí, lo haré».

http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20101114/vizcaya/generacion-tocado-nomada-20101114.html

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