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Posted by Mª Dolores on 31/07/09 12:13h posts: 84

El Ministerio de Educación del Gobierno de España se ha fijado una meta para los próximos años: hacer de nuestro país uno de los diez mejores en educación universitaria, ciencia, tecnología e innovación.

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Para conseguir estos objetivos, se han fijado varias iniciativas. Una de ellas es la llamada Estrategia 2015 para la Excelencia en la Universidad, un proyecto que pretende involucrar a las universidades españolas para pasar de un campus de calidad a uno más competitivo en comparación con el resto de universidades europeas, y que cuenta también con la participación de las distintas comunidades autónomas y las propias universidades. Durante meses, representantes del Ministerio de Educación han recorrido diferentes instituciones para presentar el proyecto y hacerlas partícipes. Se trata de que las universidades hagan una apuesta por la investigación en I+D, creen nuevos espacios para la formación y la investigación y sean cada vez más cercanos a la sociedad.

Con este fin, el gobierno ha abierto este verano una convocatoria en la que se concederán ayudas a una decena de instituciones para convertirlas en Campus de Excelencia. A esta convocatoria no sólo se podrá presentar cada universidad como única institución, sino que se podrán presentar proyectos conjuntos entre varias universidades, universidad junto a ayuntamientos, parques tecnológicos, etc. La idea es que el trabajo conjunto entre la sociedad, la empresa y los distintos campus hagan que la Universidad española alcance el grado de excelencia.

Una nueva ley para la ciencia
Para lograr la excelencia no sólo se verá implicada la Universidad. El Ministerio de Educación ha mirado hacia sí mismo y ha creado un borrador que moderniza la obsoleta ley de la ciencia vigente, que data del año 1986.
Septiembre es la fecha fijada por el gobierno para que comience la tramitación parlamentaria de la nueva Ley de la Ciencia y la Innovación, que se espera entre en vigencia a finales de este año o principios del siguiente.
Esta nueva ley tiene presente la participación de la sociedad a la hora de investigar, por lo que se mejorarán las relaciones entre las empresas privadas y las investigaciones públicas mediante la potenciación de la I+D privada. También se facilitará la movilidad entre investigadores del sector público y el privado, que está penalizado en la actual ley, y facilitará la internacionalización de la ciencia que se haga en España. En definitiva, lo que se trata es de hacer más atractiva esta actividad entre los jóvenes investigadores.
Una de las novedades más esperadas de la nueva ley es la creación de la Agencia Estatal de Financiación de la Investigación, para financias las investigaciones básicas y aplicadas. También se creará un comité de ética que fijará los principios de buenas prácticas en investigación.

Los jóvenes investigadores
Aunque una de las idea principales era la elaboración de un borrador que resulte atractivo para los jóvenes investigadores, lo cierto es que la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI) cree que la nueva ley no hará que su trabajo deje de ser precario.
Si bien es cierto que con la entrada en vigor de la Ley de Ciencia e Innovación se mejorará el tema de la contratación, puesto que los jóvenes investigadores contarán desde primera hora con derecho a paro y a Seguridad Social, la FJI considera que este borrador sigue descuidando los recursos humanos de la investigación, además de no definir unas características mínimas de la carrera investigadora, no se reconoce la labor de todos los jóvenes científicos y no se eliminan las trabas legales para el desarrollo de una carrera investigadora. Como punto positivo, aplauden la implicación del sector privado en la investigación, aunque esperan que esto no suponga la privatización del sistema científico ni una mayor atención a la investigación aplicada frente a la básica.