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Posted by amilo on 19/10/15 22:18h posts: 70 ☆ ☆ ☆

Hola,

Sin ánimo de meterme en una relación de pareja, yo acabé mi FPI el año pasado. También tengo pareja, y decidí no hacer un posdoc en el extranjero. No porque me lo pidiese ella, sino porque como bien dices, hoy día un postdoc en el extranjero no abre tantas puertas como hace unos años. En mi opinión, se corre el riesgo de ir de postdoc en postdoc sin fecha de vuelta. Te diría que pienses como quieres vivir. Yo prefiero dejar el mundo académico e intentar probar suerte en la industria o hacer otra cosa. Pero vamos, que es muy personal.

Animo y suerte decidas lo que decidas!

Posted by DavidCasas on 01/12/15 15:27h posts: 15 ☆ ☆ ☆

Eso es una opción personal. Yo estoy ahora de postdoc en el extranjero y mi mujer está en España, pero con la idea de cumplir este trámite de mi CV y volverme a España el año que viene. Tengo en mente conseguir la acreditación de PCD (tengo la de AyD). Después no sé en que trabajaré, posiblemente sea profesor de instituto (tengo el CAP).

Si quieres trabajar de postdoc en el extranjero con la idea de ir encadenando una postdoc tras otra, puedes hacerlo. Pero eso no te da estabilidad ninguna, aunque trabajes toda tu vida así. En mi universidad he visto a gente que sin ser lumbreras y con pocas estancias, ya tienen sus plazas de profesor, da lo mismo que hayan empezado de ayudantes, y esos van a tener más estabilidad que tú o yo.

Cada uno es responsable de sus actos. Todo lo que inviertas en tí, redundará en tu beneficio, estés solo o acompañado. Si eliges quedarte en España (trabajando, no hace falta que te mantenga tu pareja) y el día de mañana la relación se rompe por otras causas no solo habrás perdido el tiempo que hayas invertido en esa relación, sino también la oportunidad de haber mejorado tu carrera fuera de España. Siento ser tan honesto, pero es lo que pasa cuando unes tu proyecto vital al de otra persona.

Aunque la otra cara de la moneda es que la apuesta te salga bien, encuentres un buen trabajo en España y tengas una bonita familia. También puede ser. Para bien o para mal muchas veces estamos atados a la suerte, aunque pongamos los medios en uno u otro sentido.